El papel como herramienta 2.0… y 3.0… y 4.0

El papel y el boli, que grandes herramientas, ni más ni menos. Tienen años, tienen historia, han resistido guerras, depresiones, pandemias y de todo y siguen ahí… por algo será.

De vez en cuando alguna persona, al verme siempre armado con mi cuaderno (actualmente un moleskine naranja de Google Analytics que conseguí en el PWA 2011) y mi boligrafo (un Cross de cuero negro, YEAH! \m/) en cualquier reunión, me suele decir cosas como “pero tú, que trabajas en internet, ¿qué haces con un papel y un boli?“, como si usar papel y boli fueran cosas del siglo XIX o que si trabajas en un entorno “tecnológico” ya, por definición, solo utilizas cosas hipertecnológicas para cualquier función, por sencilla que sea.

El papel y el boli son herramientas tremendamente útiles si trabajas en el sector internet… y en cualquier otro sector.

Un dibujo muy básico de mi cuaderno que sirve para ilustrar como estructurar la distribución de tráfico a un sitio web

Realmente he aprendido a sacarle el partido al papel y al boli en los últimos 4 o 5 años. Antes no utilizaba agendas, papel, bolis ni nada como lo hago ahora. Supongo que porque pensaba que podría acordarme de todo de memoria o porque cada vez que quería hacer un dibujo para representar alguna idea tiraba de Photoshop o Visio… empezar la casa por el tejado.

Empecé a darle un uso más intensivo al papel y al boli cuando empecé a utilizarlos primero para apuntar lo que acontecía en reuniones (las famosas actas), pero cuando verdaderamente les saque provecho fue cuando me dí cuenta de lo util que es realmente apuntar ideas y pensamientos al vuelo, cuando te vienen… porque aunque creas que te vas a acordar, no amigo, no te vas acordar, tienes que anotarlo en ese momento. Y vale, el iPhone tiene sus notas, al igual que otros smartphones y otros gadgets, pero ay, que tenga batería, que se abra la app… con lo sencillo que es sacar el boli y sencillamente escribir o hacer cuatro rayajos.

El anotar ideas, frases que había oido, reflexiones de grupo o individuales o pensamientos me resultó y me resulta muy muy util, pero lo que me resulta más util todavía es dibujar. Ojo, que no me refiero a hacer unos retratos increibles, sino a dibujos muy simples y sencillos que me sirven para representar de manera gráfica ideas, procesos, flujos de trabajo, bocetos de sitios web, wireframes, conceptos que luego plasmaré en algún sitio web, etc. De verdad, parece una simpleza o una tontería, pero es algo realmente muy muy útil y no tan sencillo como puede parecer en un principio. Hay que aprender a dibujar o a anotar, y solo se mejora con la práctica, pero aseguro que me ha sido más util y sencillo el coger el boli y dibujar la estructura de un sitio web, por ejemplo, que utilizar una de esas complicadísimas herramientas de mapas mentales (que también me parecen muy útiles, todo sea dicho de paso).

En realidad el gran valor de esas notas o dibujos en papel es que te entrena para sintetizar conceptos, para resumirlos, para trabajar ideas y para plasmarlas de una manera accesible para cualquiera. Hacen de recordatorio y sobre todo sirven para “capturar el momento”, para  que no se te pase eso que te acaba de venir y que no sabes cuanto tiempo va a aguantar ahí.

Y esa capacidad de sintetizar, de resumir y de concretar ideas y conceptos a expresiones muy reducidas luego es lo que te permite tener mucha claridad de ideas a la hora de acometer un proyecto web en cualquiera de sus fases o áreas de trabajo: usabilidad, diseño, procesos de pago, ecommerce, marketing, planes de medios… todo es soportable por el papel.

Y vale el papel no es cloud y no puedes acceder a él desde cualquier sitio, no es tan “cool” como desenfundar el iPad o utilizar una grabadora de sonidos, pero que demonios, los virus informáticos no le afectan, y mientras tengas tinta y papel solo debes preocuparte de que no te caiga agua, de que no haga viento o de que no te lo olvides en algún rincón… lo que no es poco 🙂

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