Estamos en 2015 y, ey, ya empieza a ser bastante habitual que cualquier empresa con un mínimo contacto con lo digital esté familiarizada, aunque sea de una forma muy básica, con lo que es la analítica web / digital.
Y dentro del uso de la analítica web / digital solemos hacer referencia continua a dos términos que pueden parecer muy similares, pero no lo son: reporting y análisis
En realidad, lo mejor es recurrir a las definiciones clásicas para entender la diferencia sustancial y clave entre ambos:
El REPORTING (data reporting) es, según la wikipedia, “el proceso de recopilación y presentación de datos a las autoridades encargadas de la elaboración de estadísticas . La presentación de datos precisos da lugar a un análisis riguroso de los hechos; la presentación de datos inexactos puede llevar a decisiones muy erróneas”
El ANÁLISIS, según la RAE, es, entre otras acepciones, “Distinción y separación de las partes de un todo hasta llegar a conocer sus principios o elementos”
En resumen, hablamos de que el reporting es la recopilación de datos, y el análisis web / digital es el proceso mediante el cual se extraen de dichos datos conclusiones de valor acerca del rendimiento de lo analizado.
El problema, cuando hablamos del entorno digital, radica, hoy día, en que es muy habitual que cuando pedimos o nos entregan un análisis lo que en realidad nos estén dando sea un ejercicio de reporting, una recopilación de datos. Y no, no, no, hermano, eso no es un análisis web o digital, es una recopilación de datos. Punto.
Seguro que muchos de nosotros hemos abierto un “análisis” web y nos hemos encontrado con un powerpoint / keynote / word repleto de capturas de pantalla de Google Analytics o de datos empotrados en una robusta y árida (aunque tremendamente útil) excel. Eso no es un análisis, eso es una exposición de datos, un reporting. Y además, y generalmente, un reporting que se limita a un corta-pega de pantallas de Google Analytics u otra herramienta de analítica web / digital.
En cristiano, lo que solemos encontrarnos cuando nos entregan un supuesto análisis web / digital en muchas ocasiones es generalmente un reporting, así de claro. Y no hay que confundir las cosas.
El reporting es básico, es fundamental, es clave, porque, como hemos visto, es la recopilación de datos necesaria para poder elaborar un análisis de calidad que permita comprender el funcionamiento del sistema analizado y, por tanto, extraer información para mejorarlo. La clave en el reporting, en la recopilación de datos, es el nivel de calidad y fiabilidad de éstos. Es necesario (yo lo necesito al menos) saber de donde han salido esos datos y como han sido tomados, para poder considerarlos en el análisis de la manera adecuada.
El análisis es un proceso complejo, pero que básicamente se reduce a extraer información de valor para el negocio digital como fruto de la observación y procesado de los datos de los que disponemos. Es clave, porque un buen análisis nos permite identificar claramente ineficiencias en nuestro modelo de negocio digital y, a partir de ahí, podemos identificar las causas y corregirlas. Es fundamental, porque aporta conocimiento sobre cualquier modelo de negocio web o digital, a partir de la observación de los datos de los que disponemos. Y el conocimiento, como en casi todo, es la llave del éxito. Cuanto mayor nivel de conocimiento tengo de mi modelo digital, más capacidad de gestión tengo y, por tanto, más margen de mejora y maniobra.
Es importante que distingamos la diferencia entre ambos conceptos y que no confundamos una cosa con la otra. Un reporting no es un análisis y un análisis carece de valor sin un buen reporting, pero por favor, no presentemos presentaciones interminables llenas de datos y gráficos como si eso fuera un análisis, porque no lo es.
Y tú, ¿qué haces?, ¿reporting o análisis web / digital?
Tags: análisis, análisis digital, análisis web, datos, diagnóstico, reporting
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