De vez en cuando darse una vuelta por LinkedIn navegando por los perfiles que te recomienda esta red social profesional es una fuente de diversión garantizada, sobre todo por la cantidad de curriculums hiperinflados que puedes llegar a ver, y que solo puedes tomarte de dos formas: o como una broma, y sonreir; o de manera muy seria, y entonces crees que eres un protozoo porque tú no tienes tantos títulos y/o habilidades como otros perfiles.
En LinkedIn hay perfiles tan sobrehinchados, con tantas habilidades, títulos y experiencia en multinacionales que ya rozan la categoría de superhéroe.
No son superhéroes, son perfiles de LinkedIn con habilidades sobrehumanas: 7 masters!!!, proyectos en multinacionales de medio mundo!!! nivel experto en 143 programas de software!!!
No es algo exclusivo de LinkedIn sino de muchas redes sociales en general, que se prestan a que crees un alter ego idealizado. Una versión optimizada de ti mismo, bien sea en el plano profesional o en el personal. En las redes sociales puedes parecer (que no ser) más guapo, más majo, más simpático, y, por supuesto, mejor profesional. Es la cruz de estas cosas, que hay un punto de no saber realmente que hay de cierto en cada perfil de red social. A la larga, todo se ve y todo se aprende, eso está claro.
Yo uso LinkedIn, y mucho. Junto con Twitter es la red social que más utilizo y, de hecho, me es muy muy útil, pero me resulta muy cómico cuando estoy buscando algún contacto o posible incorporación, etc, el tropezarme con estos expertos de categoría mundial con perfiles repletos a más no poder de habilidades y todo tipo de capacidades de superejecutivo que me dejan al nivel del barro. O ellos mienten, u otros somos muy modestos. Sigue leyendo »
