En la práctica totalidad de los comercios electrónicos que podemos ver cada día, que visitamos para comprar cualquier cosa, la que sea, desde material para hacer cupcakes hasta mirillas de esas digitales para ver quien hay al otro lado de la puerta, solemos ver la omnipresencia de un buscador, de ese amigo ya institucionalizado en la navegación web que se compone de una caja de búsqueda, una lupa (generalmente) y un botón con el CTA “Buscar” o similares. ¿Su objetivo? Simple, ayudarnos a encontrar los productos que queremos comprar dentro de la tienda online en la que estamos.
El buscador de un comercio electrónico es como el dependiente, es como la chica a la que abordamos en el pasillo del supermercado para preguntarle aquello de “Oye, por favor, ¿donde está el Aloe Vera?”

El buscador de un comercio electrónico cumple la función de esta buena señora, ayudarte a encontrar y comprar los productos que estás buscando
El buscador de un comercio electrónico cumple la función de ese dependiente, de esa persona que te ayuda a localizar en una tienda aquello que te interesa comprar y teniendo en cuenta que las personas que compramos online y en tiendas físicas somos las mismas, su funcionamiento es básico para conseguir que nuestros clientes tengan la mejor experiencia posible.