Hace ya muchos años que dejé de escribir en este blog sobre temas personales, y eso incluye escribir sobre mis gustos o aficiones. Comencé escribiendo sobre música además de temas profesionales, pero ya ha llovido mucho desde entonces. Y no había vuelto a escribir en el blog de Rock o música… hasta hoy.
Hoy escribo para hacer mi pequeño homenaje a Lemmy Kilmister, de Motorhead. Ese gran bastardo del rock que nos dejó ayer, 28 de diciembre.
Hoy me he enterado por un whatsapp de que el bueno de Lemmy ha decidido dejar este mundo, y lo hizo ayer, día 28 de diciembre, después de saberse que padecía un cancer extremadamente agresivo, según la publicación oficial de Motorhead en Facebook: https://www.facebook.com/OfficialMotorhead/posts/1107561019276205
Para ser sinceros, Lemmy llevaba viviendo más de 20 o 30 años de prestado. Cualquier ser vivo con el ritmo de vida de este hombre hubiera muerto hace muuuuuchos años, pero Lemmy no, porque era de otra pasta, no era indestructible, pero estaba cerca, muy cerca.
No voy a entrar en detalles sobre su carrera musical o lo que ha hecho con Motorhead, o The Head Cat (genial engendro), o Hawkind, porque para eso ya va a haber decenas de artículos estos días diseccionando cada uno de los 22 discos de Motorhead, y cada una de sus canciones y comentando todo tipo de chorradas y anécdotas. Y por supuesto llegará el aluvión de tributos, homenajes y pésames. La mayoría, seguro, de músicos o personajes que ni tan siquiera habrán escuchado “Overkill”, el album, entero ni una sola vez. Seguro que Lemmy se descojonaría de ellos y les diría que lo más grande son Little Richard y los Beatles. En fin.
Yo prefiero centrarme en lo que para mi ha significado Motorhead y Lemmy a lo largo de todos estos años. Este es mi artículo de homenaje para usted, Mr. Kilmister.
Antes de nada, debo decir que no entré a la primera en el mundo de Motorhead. Los descubrí a través del vídeo de “Killed by death” en algún programa de la MTV a principios de los 90. Lo recuerdo bien porque el vídeo era de traca: un tipo chungo (Lemmy) que atraviesa una pared con su Harley para ir a buscar a su chavala a casa de los padres de ésta.
Por supuesto, había oido ya muchas veces “Ace of spades”, pero se me hacía una música dificil de escuchar. El tipo cantaba mal de cojones, y era todo como que muy ruidoso, mucho follón, y yo estaba en una etapa tipo rock-goth-metal-industrial. De hecho tuve una oportunidad de ver a Motorhead en directo en un sitio pequeño y mira, no fui, por gilipollas. No entendía muy bien porque le gustaba tanto a alguna gente.
Pero a partir de “Killed by death” la cosa cambió. Esa canción salía en “No remorse”, el típico recopilatorio que contiene una canción inédita, que era la susodicha “Killed by death”. En aquella época hice lo que hacía con muchos grupos: oía una canción que me gustaba y me pillaba el disco (original o grabado de algún colega) en el que salía esa canción, con la esperanza de que todas fueran iguales.
Con “No remorse” descubrí todos los clásicos de la banda. Ahí están desde “Ace of spades”, a “Stone dead forever”, “No class”, “(We are) The road crew” y un montón de canciones más: todas joyitas.
Y a partir de aquí, ya siempre fueron una de mis bandas de cabecera y Lemmy uno de mis iconos favoritos del Rock, junto con Robert Plant, Elvis, Little Richard, Eddie Cochran, Dave Wyndorf, Ian Astbury y un larguísimo etcetera.
Tuve la oportunidad de comprar parte de la colección de discos de Motorhead a un colega que no se porque los quería vender, y de un plumazo me hice con 6 o 7 discos, y luego fui comprando puntualmente cada uno de sus lanzamientos, hasta el último, “Bad Magic”, que me regalaron por mi cumple hace menos de dos meses.
Tengo los 22 discos de Motorhead, 3 camisetas en funcionamiento, una figura de acción de Lemmy, el DVD del 25 aniversario de la banda, “Lemmy”, la película, en DVD original, la autobiografía de Lemmy, varios conciertos y videos (muchos), 3 litros de vino Motorhead (si, vino) y muchas más chorradas relacionadas con la banda o con Lemmy… Es decir, no soy un fan nuevo que descubriera a Motorhead a través de “Lemmy”, la película. Soy un perro viejo, que escuchaba “Snake bite love” en plena era grunge/nu-metal, cuando a Lemmy le dió por afeitarse en el único cambio estético que hizo en 40 y pico años de carrera.
He leido muchos artículos sobre Lemmy, he visto un par de documentales sobre Motorhead, he leido 2 o 3 libros sobre él y la banda, y sobre todo, he disfrutado su música durante más de 20 años. La he disfrutado en cassette, en walkman, en MP3, en vinilo, en el movil, en directo y hasta haciendo vergonzosas versiones de alguno de sus temas.
Lemmy, te echaré de menos, de verdad. Siempre eras como el último bastión fiable del Rock en estos tiempos en los que cualquier pelagatos con un par de singles de mierda se cree alguien importante.
Lemmy era un tio grande por muchas razones. Para empezar, fue un tipo que siempre hizo las cosas como quiso, con quien quiso y cuando quiso, y la jugada le salió razonablemente bien. Para seguir, siempre destiló actitud por los cuatro costados: ni una sola concesión a la galería, nunca. Siempre fiel a sus principios, 100% actitud. Y para terminar, con 70 años murió a los pocos días de terminar una gira europea. Nada de esa mierda de quedarme en mi casa a vivir como una vieja leyenda del rock. Este tipo era real, era de verdad y vivió bajo sus normas hasta las últimas consecuencias, sin mirar atrás y sin arrepentirse de nada. Nunca se arrastró ante nadie ni se vendió por nada. No creo que muchos podamos decir lo mismo en el fin de nuestros días.
No estoy triste. Estoy raro. Creo que era evidente que nuestro bastardo favorito no llegaría a los 80. No estoy triste porque este cabrón nos ha dejado muchas canciones, anécdotas y legado como para no echarle de menos nunca. Eso sí, me hubiera gustado verle en febrero en Madrid o Barcelona una vez más. Y eso ya no podrá ser.
Yo soy de esos que cree que alguien solo muere cuando nadie le recuerda, y creo que con Lemmy eso no pasara nunca, ni con Motorhead. Yo siempre luciré con orgullo mis camisetas de Motorhead y me pondré “Stone dead forever” o su versión de AC/DC de “It´s a long way to the top” a todo trapo siempre que el cuerpo me lo pida, que será muy a menudo.
Para los que no conociais de nada ni a Lemmy ni a Motorhead, pero la historia del personaje os haya atraido (mucho sensacionalismo con su afición a coleccionar memorabilia militar y nazi, muy sacado de contexto), creo que lo mejor puede ser empezar por ver “Lemmy” y a partir de ahí darle una escuchada al recopilatorio “No remorse”, donde salía “Killed by death”. Aquí teneis un par de perlitas:
Para los que ya conozcais a este gran bastardo del rock y a Motorhead, poco que decir tengo. Como yo, pinchareis alguno de vuestros temas favoritos (ahora mismo servidor esta escuchando “Motorizer”. Me gustan mucho los últimos discos de Motorhead, desde Inferno… bueno, me gustan todos). No os recomiendo nada. Os dejo dos vídeos. El primero, el documental “Live fast, die old” (tal y como ha sido su vida) completo, y el segundo, una atómica aparición de Lemmy tocando el bajo en una actuación de… Frankie Goes To Hollywood!!! En 1984!!! Si, atómico y extraño!!!. Se puede ver a Lemmy a partir del minuto 3:20 vacilando a una de las bailarinas (y con traje y corbata!!!)
Este ha sido mi pequeño homenaje personal a Lemmy Kilmister. Tu música me acompañará siempre, así que no es una despedida. Espero que allí donde estés hagas lo que te de la gana, como siempre. BORN TO LOSE, LIVE TO WIN!!!
Tags: lemmy, lemmy kilmister, motorhead, RIP Lemmy
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Amén
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