El comercio electrónico mola, es chachi piruli, es la monda, es la pera, es la repanocha, es lo mejor desde el regreso de Led Zeppelin o Van Halen con David Lee Roth… ¿o no?
De inicio debo decir que en este artículo no me refiero al hablar de comercio electrónico en la empresa española a ecommerces nativos del medio online, a etailers, empresas que han nacido en el mercado online, que SON ONLINE. No hablo de esas empresas, nacidas, criadas y desarrolladas bajo un medio específico como es internet. Me refiero a las otras, a las de toda la vida, a las empresas que llevan años existiendo y que nacieron, se pensaron y crecieron en un entorno offline, clásico, y deben enfrentarse a la irrupción del comercio electrónico. De esas empresas quiero hablar y de como afrontan esa transición, forzosa en gran medida, hacia la comercialización online.
Una empresa tradicional, de inicio, suele mirar al ecommerce de dos formas muy simplistas: como amigo, aliado para mejorar sus resultados; o como enemigo, un canal de ventas que le quita ventas a sus otros canales
Antes de nada hay que dejar claro que la edad de una empresas poco tiene que ver en su receptividad o no hacia el comercio electrónico y lo que éste representa, se trata más bien de una cuestión de mentalidad, de mindset, de las personas que dirijan la compañía, de disponibilidad a entender nuevos entornos y el cambio necesario para aprovecharlos. Así podemos encontrarnos con empresas centenarias dirigidas por auténticos abueletes que saben la importancia de adaptarse y abrazan el ecommerce como un nuevo canal de ventas, como una oportunidad, como podemos encontrarnos con empresas de no más de 10 años dirigidas por gente entre los 30 y los 40 que, aterrados, se niegan a entrar en el mercado online, porque vienen de un modelo de negocio y de un status que consideran sagrado e inamovible. ¿Alguien recuerda como eran las reservas de viajes hace tan solo 15 años?, ¿alguien recuerda como era el proceso de información de un alojamiento de tipo rural hace ese mismo periodo de tiempo? Pues eso, no hablamos de modas pasajeras, sino de cambios en la forma de informarse y comprar que afectan a todos los sectores del mercado, da igual a que se dedique tu empresa.
Centrémonos aquí en las empresas “tradicionales” que rechazan el comercio electrónico o que lo adoptan pero sin ninguna intención de armar un proyecto consistente, casi a la fuerza.
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