Hace no muchos días mi buen amigo y compañero de fatigas en iZenius Miguel Monreal (que no gasta blog, pero que tiene su pequeño twitter: @monrealista) reflexionaba conmigo acerca del porque unos ecommerce funcionaban en términos de negocio y otros no. Porque unos venden y otros no. En un momento dado, Miguel citó a alguien, no recuerdo quien y dijo, “es que antes de ser un ecommerce hay que ser commerce”. Y tiene toda la razón.
Nos guste o no, el éxito de un ecommerce está vinculado directamente al conocimiento de la actividad del propio sitio web, a la experiencia de lo que se hace, y eso es “commerce”, a secas.
El ecommerce lo que hace es situar ese conocimiento de producto, mercado y cliente en un contexto diferente, internet como canal de distribución y venta, pero lo crítico continua siendo el conocimiento de ese mercado y producto. Por eso, cuando alguien comenta que se va a montar un ecommerce de piruletas pero no ha vendido una piruleta en su vida, sorprende que se sorprenda (valga la redundancia) por el fracaso de su comercio electrónico,que no ha vendido ni una triste piruleta, ¿qué pensabas, que el simple hecho de vender por internet iba a hacer que mágicamente vendieras piruletas? Esto no funciona así.