Hace pocos días, la verdad es que no recuerdo cuando ni a quien, oí a alguien hablar de un concepto que me pareció muy interesante, el coste de la inactividad o COI, su acrónimo en inglés, por Cost Of Inactitivity. Es cierto que estamos muy habituados a hablar del famoso y omnipresente ROI (Return Of Investment = retorno de la inversión) y un poco menos habituados a hablar del ROMI (Return Of Marketing Investment = retorno de la inversión de marketing), pero el concepto de coste de la inactividad me pareció muy interesante porque me recordó un poco al lucro cesante, que es lo que se deja de ganar y se habría ganado de no haber sucedido algo, aunque el coste de inactividad es más bien lo que dejo de ganar por no hacer algo que podría hacer.
El coste de la inactividad es la respuesta a la pregunta ¿cuanto nos cuesta no hacer nada?
Y sobre todo en los sitios web el coste de no hacer nada es altísimo, porque es un campo en el que pudiendo llevarse a cabo muchísimas acciones para mejorar los sitios web hay mucha gente que opta por el inmovilismo, por no hacer nada, por quedarse quieto, por conformarse con el sitio web que tiene “as it is”, que es muy molón y me va a servir durante 3 o 4 años (buffff), y eso tiene un precio, que se suele traducir en quedarse atrás en el mercado, que te adelanten tus competidores, que se te coman parte del pastel, y que podemos llamar coste de inactividad, o lo que te ha costado quedarte tranquilo con tu modelo inicial sin molestarte en mejorarlo.
Hay claros ejemplos en los que el coste de inactividad puede ser muy alto, como son:
- Optimización de procesos de compra o pago en comercio electrónico. A veces, el no invertir tiempo o recursos en mejorar nuestros procesos de compra o pago se traduce directamente en que si, tenemos una cuota de clientes y de operaciones, pero renunciamos voluntariamente a tener más, por el simple hecho de no hacer algo, que en este caso puede ir desde empeñarnos en pedir registro de usuarios cuando no es necesario a no querer implantar un medio de pago adicional o no querer adaptar nuestro ecommerce a mercados locales. Probablemente, si no haces nada de esto, estés ganando dinero con tu ecommerce, pero, ¿qué pasa con lo que estás dejando de ganar por no hacer algo? Sigue leyendo »